Siempre me ha gustado restaurar muebles viejos que me encontraba por los trasteros de las viviendas, hay algo que me engancha, el olor, a veces nada agradable, a humedad, madera mojada, polvo. La verdad es que no se porque me viene la afición pero el caso es que está.
Lo que voy a contar aquí, es la forma de reparar las cosas que no funcionan y que por un motivo u otro queremos salvar de la basura. Si dudáis del valor del objeto en cuestión os recomiendo que lo verifiquéis antes de tocarlo. No vayáis a desgraciar la herencia de vuestros abuelos.
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